viernes, 16 de mayo de 2014

The Black Keys “Turn Blue (2014)”.

Teniendo en cuenta muchos de los comentarios vertidos sobre el nuevo álbum de los de Akron a nivel de sonido, perdida de sus referencias básicas, etc…posiblemente sea ir a contra corriente defender un álbum, que para mi y tomándolo como un giro en su sonido habitual hacia otros terrenos, si me ha gustado, es más creo que a cada escucha se disfruta más. Eso si, como contrapunto destacar que la practica totalidad de la prensa musical salvo excepciones (NME, Pitchfork Media, etc…) lo ha situado en muy buen lugar, y parece que el cambio de sonido ha sido asimilado sin problemas por buena parte de “digamos” su publico mainstream. 


Por otra parte, Dan Auerbach se ha convertido en todo un referente para cualquier artista y su figura como productor y colaborador es muy requerida. Lana del rey o Ray Lamontagne han requerido de su toque personal en sus composiciones o bandas furiosas como Reigning Sound también se han visto beneficiados de su sonido, aunque para mi es en el álbum “Head in The Dirt (2013)” de Hanni El Khatib donde Dan compone a medias todos los temas y toca en todos, convirtiendo ese disco en algo grande, o bien en el “Locked Down (2012” de Dr. John colaborando activamente tanto en el disco como en shows en directo. 



Ciñéndonos ha “Turn Blue (2014)”, no considero una bajada de nivel en la propuesta de la banda, si con sus obras anteriores ya dejaron claro que dejaban atrás las sonoridades de dúo de blues polvoriento a una banda llena de matices, en este nuevo trabajo su sonido se acentúa todavía más en formato de banda. Han bajado revoluciones a favor de matices, solo hace falta pegar un vistazo a los créditos de cada uno de los temas, a las habituales guitarra y batería, debemos aplicarles bajos y percusiones, así como una base de piano que arropa todos los temas, imponiéndose como el hilo conductor del disco. Así mismo, las voces femeninas también asoman por el disco en varios temas, un acierto teniendo en cuenta el conjunto del álbum.
 


No hay que tomarse con prisas el disco para degustar temas como la inicial “Weight of Love” con un poso a lo Neil Young y que en cualquier otra banda sería un tema para cerrar el álbum, pero que aquí se sitúa en primer lugar como contrapunto a la final y rockanrollera “Gotta Get Away”. Mientras tanto creo que el sonido negroide es el que manda, sin ir más lejos el adelanto “Fever” ya lo dejo claro, aunque para mi temas como “10 Lovers” me recuerdan al Rod Stewart más “Cool” de los 80’s. Para mi, el disco supone abrir más el abanico de posibilidades de la banda y que creo que junto a su repertorio anterior formaran un buen conjunto en sus shows en directo.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Una opinión muy respetable la tuya, Ofersan, pero a mí es que el disco no me gusta. Como comenté en otro blog, le está empezando a entrar el síndrome de la banda grande que puede hacer y deshacer a su antojo al estilo U2 o Metallica, con la diferencia que ellos no han grabado su Joshua Tree o su Master Of Puppets particular.

Un abrazo.

Ofersan dijo...

21st Century- Hombre yo creo que lo bueno de las bandas es hacer lo que quieren y sin que los presionen, hay es donde radica el encanto. Para mi "Brothers" significaría su gran álbum, y creo que la propuesta de duo es limitada, por lo que me gusta que amplíen sonoridades. Saludos